21 diciembre 2016

Viajar en camión sin morir en el intento

A inicios de este año, justo en el momento de partir de Durango a Tijuana, le prometí a mi familia paterna que haría todo lo posible por pasar Navidad y demás fechas festivas en Durango, y henos aquí, 36 horas de viaje en camión después, ya me encuentro en la ciudad.
Ha sido toda una travesía, tenía 10 años, aproximadamente, sin viajar en camión.
En el último viaje en camión dije:
 "Madre, no más, yo ya no viajo a Durango en camión"
Y así duré hasta mitad de año, cuando revisando boletos de avión para viajar a Durango, me di cuenta que mínimo debía gastar 5000 pesos (250 dlls aproximadamente) para llegar (el regreso, pues ya vería después).

Honestamente, no podía permitirme el pagar ese viaje, mucho menos teniendo el viaje a Guadalajara en puerta, así que sólo tenía una opción:

 Llorar como un bebé y esperar hasta enero o febrero del 2017 para viajar.

Evidentemente, decidí optar por esa opción, hasta que mi abuelita materna se acercó a mí y me dijo

—Hija, pues váyase en camión. Los camiones en los que me voy cuestan como 1000 pesos (50 dlls aproximadamente). Eso sí, aparte con tiempo el boleto porque se llenan.

Honestamente, no había pensando en esa opción, no es que me freseé, sólo nunca pasó por mi mente.

Y al día siguiente de hablar con mi abuelita, me fui a la estación de camiones que había recomendado y compré mi boleto. Aunque no me especificaron cuanto tiempo haría, mis experiencias anteriores me decían que si bien me iba, viajaría por un día y medio, no creí que esto fuese a ser un inconveniente, podían más mis ganas de volver a Durango que el dolor de cuerpo que sufriría.

Un día antes de viajar, Pixie (es un nuevo amigo que se une a este blog de aventuras), celebró su cumpleaños en Barok (si me siguen en instagram, sabrán que mis salidas a Barok se terminan, mínimo, a las 2 de la mañana), y como toda persona solidaria decidí ir, sin importar que mi salida sería a las 12 de la tarde; pero también, poseída por mi lado irresponsable, no hice maleta antes de partir.

Llegué a casa a las 3 de la mañana, me puse "a hacer maleta", entre comillas porque sólo hice la ropa bola y la metí sin consideración, lo cual trajo como consecuencia que en este momento sólo cuento con dos blusas, dos pantalones, un vestido y un millón de suéteres, que para el tiempo que planeo estar, es el equipaje más bobo de la historia de todos los viajes que he hecho.


Junto con mi ENORME maleta (llena de nada), tomé mi mochila viajera (sí, tengo una, no es la cosa más viajera del mundo, pero cada viaje mi ha acompañado), metí mi laptop, mi agenda, mi libreta de los pensamientos perdidos, cámara, audífonos, baterías, memorias SD y cargador de la laptop.

Después tomé mi bolsa personal, ahí va la cartera, dos libros (Maridos de Angeles Mastretta y las obras completas de Arthur Conan Doyle), cargador del celular, boleto para abordar, cepillo, pasta de dientes y una manzana.

Y por último, la bolsa de las chunches (la llamo así porque en esa bolsa echo lo que no cabe en ninguna otra parte, lo cual suelen ser puras chunches) la dejé lista para echar cualquier cosa que se me ocurriese antes de partir.

Básicamente ya tenía entretenimiento, faltaba lo más importante, "las viandas". A las 9 de la mañana, fui al supermercado a comprar lo que comería durante día y medio, siempre existe la opción de comer lo que venden durante el camino, pero esa clase de lugares perturbadores, donde te cobran hasta por el aire que respiras, me da miedo. En modo Chavo del 8, me compré lo necesario para hacerme una torta de jamón, botana, jugo de naranja, agua y Elle (debía compensar todo lo que comería con moda). Todo esto fue directo a la bolsa de las chunches.

Al llegar a la estación de camiones, me sorprendió ver tanta gente que iba a Durango, por lo general los camiones hacen varias paradas para bajar gente, antes de llegar al destino final. La gente llevaba maletas enormes, llevaban cosas con letreros de "frágil", y todo eso no cupo en la parte destinada a las maletas, por la tanto esas maletas invadieron la parte trasera del camión, afortunadamente mi asiento iba justo a la mitad,

Comenzó el viaje y  decidí aprovechar la luz del sol (porque las lamparitas del camión no servían) para leer un rato. Cuando el sol dejó de estar de mi lado decidí dormir,  mi madre me heredó un gen que me permite dormir a la hora que quiera (gracias, ma).


Hubo una enorme cantidad de paradas, siendo la de aduanas la más "divertida". Al subir todas las maletas al camión, después de la revisión, comenzamos a notar que había gente que subían más maletas de las que había originalmente. Lo que sucedió fue que los pasajeros bajaron maletas para poder acomodar mejor las suyas, ¿en qué cabeza cabe? Afortunadamente la mía no fue bajada, por lo tanto creo que me parece una historia divertida.

Pero bueno, llegué a Durango, después de 36 horas de mucho dormir, dolor en partes del cuerpo que no sabía que tenía y películas mafufas de violencia sin sentido que según dicen, los hombres aman.

Mis recomendaciones:
1. Compra TODO lo que vayas a comer durante el viaje.
2. Si comes en alguna de las paradas, procura que no sea donde todos comen, camina un poquito y busca algún lugar decente.
3. Lleva libros, revistas, juego de cartas, cualquier cosa que te haga ignorar el largo camino que harás.
4. Lleva una lámpara de mano.
5. Duerme, duerme, duerme.
6. Lleva un cargador externo para cargar tu celular o en su defecto, no uses exageradamente el celular, no lo necesitas.
7. Familiarízate con la cara de al menos 3 pasajeros, así cada vez que toque bajar podrás saber si tu camión aún no se va.
8. "Ponte vivo" en las aduanas y en cada lugar donde debas bajar maletas.
9. Lo barato, no sale tan caro, pero puede ser un poquitín incomodo.


¿Lo volvería a hacer? I don't know, ahora mismo estoy cazando boletos de avión baratos para volver, prefiero pasar un mes en Durango antes de recorrer otras 36 horas en una lata rodante, pero todo puede suceder, así que no canto victoria avionera. Nací viajera, no rica.



Cuéntame tus experiencias en camión, ¿cuál ha sido tu viaje más largo?

Nos vemos en el próximo post 

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