24 diciembre 2015

La (poca) valentía que da un mensaje


Yo sé que no se necesita un pretexto para envalentonarse y textearle a alguien, mucho menos esperar un día en especial, pero aceptémoslo, estamos en época festiva, así que la melancolía está a la orden del día, y lo quieras o no, terminas extrañando a alguien y por ende los mensajes comienzan a salir.

Hace unos días, mi amigo A me mandó el print screen de un mensaje que le habían enviado, estaba totalmente en shock y no sabía que contestar.
Lleva tiempo teniendo un amigo que diariamente le mensajea, y que esta vez se sintió valentón y le envió:
"Deberías de estar aquí, haciéndome tuyo"
Santa Macarena, pensé.
¿Qué hace que nos sintamos tan valientes al enviar un mensaje de texto?¿Será acaso el saber que no nos ven mientras lo leen? 
En mi corta vida, he recibido mensajes de texto (poco) valientes y súper raros, desde el tipo que pide explicaciones de una foto en la que me etiquetaron con alguien, hasta el que me pide que lo invite a salir (en serio, les dejo la prueba).

¿Por qué no podemos decir las cosas de frente? No lo sé, no lo sé.
Pero como "solución", estas fechas he guardado el celular bajo la almohada, he decidido no enviar mensajes en momentos de soledad, he decidido no contestar esos mensajes que llegan a la 1:00 am.

Nos vemos en el próximo post
© VENTANA VARIABLE
Maira Gall