29 enero 2017

En defensa de las piezas de diseñador (y sus dizque altos precios)

Hace un tiempo les hablé de réplicas, clones, imitaciones (o cualquiera que sea el nombre con el que la gente llama a sus piezas del demonio) en el mundo de la moda, pero creo que me hizo falta profundizar sobre los altos costos de las piezas de diseñador.

Quiero aclarar que en este post no defiendo ni ataco al fast fashion, en este post hablo de la ropa de diseñador, desde la ropa de las grandes firmas, hasta la ropa de los diseñadores emergentes.

Durante mi estancia en Guadalajara, entrevisté a Tani Pérez, y cada una de sus palabras se quedaron grabadas en mi cabeza, específicamente esto:

Al ser humano le importa mucho su imagen, y esto se vuelve una extensión de decir quién soy.


Creo que en esta necesidad de demostrar lo que sea que se busque demostrar, se puede ocasionar que tergiversemos todo y terminemos poniendo a la moda en un punto de quiebre, y lo entiendo, el mundo de la moda está catalogado como un mundo lleno de banalidad y de gente superficial, interesada simplemente en estar a la moda, sin importar las consecuencias que esto pueda ocasionar (explotación, maltrato animal, contaminación, etc.), pero en mi opinión personal, el mundo de la moda, la gente interesada en consumir moda va más allá de eso.

Al comenzar a estudiar diseño de modas no tenía ni el más mínimo conocimiento sobre el tema, no sabía ni lo técnico ni lo artístico que puede llegar a ser éste mundo, pero quería aprender, y lo hice, entonces comencé a descubrir que en ocasiones lo que vemos en pasarela, no es para ser llevado a las calles; que las grandes marcas diseñan para un cierto sector; que es mejor invertir en una macrotendencia, entre millón de cosas más, que las revistas, las fashion bloggers, los que se dicen amantes de la moda, no te dirán, porque el mundo de la moda está dividido en dos:

A) Consumistas. Consumen por consumir, porque lo está usando (agregue artista famoso).
B) Consumistas interesados en el mundo de la moda. También son consumistas, pero a diferencia de los que compran por estar "a la moda", éstos se interesan en piezas que no terminarán desechando para la siguiente temporada.

No, no me jacto de ser una compradora efusiva de prendas de diseñadores, mi guardarropa apenas y se compone de 12 piezas de diseñadores locales, la verdad es que mi salario o me da para viajes o me da para eso, entonces, como no me alcanza, pues me aguanto, y comienzo a ahorrar para ese vestido y/o ese bolso, y espero, mientras me sumerjo en mercaditos de segunda mano y en el armario de mis tías en Durango, donde encuentro piezas a las que llamo "mis tesoros preciados", pero esa es otra historia de las que espero un día hablarles.

Pero, ¿de qué va la cosa?
Ya voy, vámonos por partes.


Durante el invierno, todo el mundo se enamoró de una capa corazón de Saint Laurent, el cual tiene un valor de 9,565 euros (no quise convertirlo a dólares, mucho menos a pesos mexicanos). En lo personal, no me ha gustado, pero el mundo de la moda colapsó y lo deseaba, evidentemente, no cualquiera podía tenerlo, por lo menos no hasta hace unos días que me tocó verlo en la red social de alguien, y etiquetaba a una boutique de la ciudad que se "adjudicaba" el diseño. Se trataba de una pieza pirata, y sí, esto no es algo nuevo, pero en mi pequeña cabeza no me entra la idea de "como no me alcanza para el original, me compro una copia traída de (agregue algún país oriental)", vendida por alguna boutique local, y creer que con esto estás vistiendo "a la moda" y/o "apoyas al talento local", cuando la respuesta es NO (así, en mayúsculas, como si gritara).

—¡¿Sus zapatillas eran Louboutin?!
—Sí, tiene 3 pares.
—Son hermosos, pero no creo poder comprarme ni un par.
—Tal vez no ahorita, pero si ahorras puedes hacerlo. Yo ya dije, éste año me compro mis Saint Laurent.
El papá de A miró hacia el arriba y se río, mejor dicho, se burló de nosotros.


A siempre ha querido tener un par de botas Saint Laurent, yo siempre le he dicho que gastar más de 200 dlls en un par de zapatos es demasiado, bueno, es demasiado para mí, digamos que es mi límite, pero con esto no quiero decir que correré a comprar unos "Llouboutin" o pintaré las suelas de mis zapatillas, porque para mí perderá ese sentimiento de ser único y especial o algo así.

Como mi hermana y yo siempre hemos dicho, si te alcanza, te alcanza, sino pues no, y aunque lo pareciera, no trato de decir que el comprar moda pirata es de mal gusto (eso ya lo hice en otro post), y aunque vaya "junto con pegado", lo que intento decir es que se debe entender la razón de cada uno de los costos. 


El documental The True Cost, nos explica porque el mercado de masas es tan económico y nos habla de Swallows, una empresa de moda de comercio justo, y aunque profundiza más en el aspecto social, podemos ver como es el interior de una empresa de moda de mercado en masa: máquinas de coser, que implican un gasto de luz, salarios de empleados, compra de textiles, envíos, etc. 

Aterrizando este tema a menor escala, con una marca de mi ciudad, tengo el siguiente ejemplo:

Me tocó trabajar muy de cerca en la preparación de la colección SS17, así como el runway del diseñador Ary Villa y conocer los gastos que se llevaron a cabo para lograr la visión del diseñador, desde un botón, hasta la instalación de luces. No quise preguntar el gasto total, pero al estar involucrado uno se entera de todo, y comienza a darse cuenta que pretender vender una pieza el resultado que te da al multiplicar por tres la cantidad de tela que se utilizó en el diseño, no es para nada factible, no te da ni para invertir en otra colección, ni hablar de algo tan básico como alimentar a modelos, maquillistas, staff y gente que se cola en backstage mientras comienza el runway, porque siempre sucede, pero eso es otra historia (hoy amanecí muy divagadora).

Al final de cuentas hablamos de un trabajo, números, economía, inversión, y no sé ustedes, pero yo he trabajado en lugares muy mal pagados, haciendo más de lo que se había acordado, y aunque uno se calma por las noches, siempre se queda ese mal sabor de boca que te hace saber que te están explotando, entonces, si hablamos de un negocio propio, ¿Por qué tengo que malbaratar mi trabajo? ¿Porque el consumidor no se da cuenta? ¿Porque no entienden que no es que una pieza sea cara, simplemente es que se vende al precio justo? ¿Porque prefiere vestir una imitación de una gran firma a un diseño original de un diseñador emergente?

Al momento de comprar una pieza de diseñador (grandes firmas o emergentes), debemos comprender que éstos no trabajan con moda a gran escala, por lo tanto no pueden venderlo al mismo costo, como todos sabemos el comprar por mayoreo siempre será más barato, y los diseñadores no tienen una fábrica en algún país oriental produciendo millares de capas corazón, ellos se interesan por la exclusividad, y ésta, a diferencia de la producción en masa, debe ser vendida al precio justo.

Son tantos factores a tratar, y sí, honestamente me causa un gran conflicto el ver a gente joven, con seguidores, vendiendo, comprando y usando piratería, sólo por querer ser parte de un mundo que no pueden ser, y más aún no apoyar el talento local, porque mientras esta situación no cambie, mientras no exista apoyo entre gente del medio, México, Baja California, Tijuana, no logrará resaltar en el mundo de la moda, porque claro que las creaciones ayudan a ésto, pero también el apoyo de los consumidores.

Nos vemos en el próximo post

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