25 enero 2017

Tlaquepaque/Guadalajara

En mi lista "Lugares por conocer en Guadalajara" (soy una persona de listas, se los he dicho mil veces), se encontraba la ciudad de Tlaquepaque, teniendo como único objetivo el ir a comprar unas cuantas artesanías.

Para llegar a esta pequeña ciudad optamos (las personas con las que viajé y yo) por tomar el recorrido con Tapatío tour, éste tuvo un costo de 120 pesos. Lo tomamos un día lunes en la "Rotonda de los hombres ilustres", su punto de partida.

El recorrido hacia San Pedro Tlaquepaque, tuvo un duración de 30-35 minutos, teniendo como fondo canciones típicas mexicanas y datos curiosos de los lugares que íbamos recorriendo.

*PAUSA INFORMATIVA*
Recomiendo totalmente el recorrido en Tapatío tour, he aprendido que las personas pueden ser muy crueles con sus comentarios al momento de calificar un servicio, así que sugiero que no se dejen guiar por ese tipo de mensajes negativos.



Llegamos temprano a la ciudad, como por ahí de las 12:40 pm, y lo primero que hicimos fue buscar un lugar donde desayunar (el camión nos dejó en el Mercado de Artesanías, y ahí mismo nos recogió para llevarnos de vuelta a la ciudad)

Llevábamos 4 días en Guadalajara y habíamos comido lo mismo que en Tijuana, nos habíamos evitado las comidas típicas por fresas, pero estando a tan pocos días de volver, y en una ciudad tan bonita y pintoresca, decidimos dejar todo de lado y animarnos a probar la tan famosa torta ahogada

Fue en una casita cerca de la Parroquia San Pedro Apóstol donde probamos uno de los platillos típicos jalisciense, donde nos dimos cuenta que el birote salado no era lo nuestro (no descarto la posibilidad de volver a probar éste platillo típico, pero no prometo nada).

Después de desayunar con refresco, nos dispusimos a dar una vuelta por la ciudad para buscar las artesanías que tenía en mi lista "Cosas por comprar en Guadalajara". Caminamos por la calle Peatonal Independencia, conociendo los coloridos murales del Ayuntamiento de la ciudad, llegando, no recuerdo como, al Mercado Juárez, donde encontré (y no compré) la maravillosa vajilla de talavera en la que planeo alimentar a mi marido y a mis 10 hijos (sarcasmo), unas sandalias y un cráneo muy colorido, ambos los compré.


Al salir del mercado, decepcionada de no tener 2900 pesos en el bolsillo para comprar esa chula vajilla (jamás lo voy a superar), y con tejuino en mano, nos dirigimos hacia la calle Juaréz para buscar dulces, a los tres nos habían encargado llevar dulces. Entramos a El Arrayán, una tienda de golosinas y artesanías, ahí compré una caja de borrachitos (dulce típico mexicano), una lupita (muñeca típica de la ciudad de México, luego les hablaré de ella) y una matrioska (muñeca típica rusa).

Ya de regreso al camión, dimos con una tiendita a lado de nuestro punto de partida, no tenía nombre, pero nos atendió una señora muy amable, ahí compré una alcancía gigante de cerdito, un corazón con alas de lámina y una maría (muñeca típica de Michoacán).

Fue un recorrido bastante rápido, volvimos aproximadamente 5 horas después.


Ya en el camión, triste porque no compré un separador por desidiosa, me llegó un mensaje: 

—¿Te tomaste foto con la iguana de la entrada?
—¿Cuál iguana?

Entonces lo supe, no había visto nada de nada. Sentí una enorme decepción en mi corazón, pero me prometí volver, ¿cuándo?, no lo sé, pero sé que cuando vuelva será cantando como Federico Ruíz.

Ay, vámonos al pueblito,
abrazaditos, rejuntaditos,
no te dilates, prieto,
que vamos a Tlaquepaque.
Mi recomendación es llegar temprano, ir sin un itinerario, sin presiones y dispuesto a pasar (mínimo) 10 horas en la ciudad, para poder conocer todo lo que tiene que ofrecer.


*Los precios corresponden al 2016.
**Mi conversión a dlls es tomando en cuenta que en la actualidad 20 pesos mexicanos equivale a 1 dollar

Nos vemos en el próximo post

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