13 marzo 2017

Y volver, volver, volver...

...A tus brazos otra vez, dice una de las canciones de Vicente Fernández que más de dos hemos coreado en fiestas familiares, y que todos, sin excepción, hemos vivido.

Siempre he creído que cuesta trabajo decir adiós a una historia de amor, breve o larga, llena de amor y cariños o turbulenta hasta la médula. No es que nos ceguemos ante las cosas negativas que ocurren, porque como un sabio extranjero me dijo una vez "por algo decidimos terminar una relación", por lo tanto, de que lo sabemos, lo sabemos, pero nos cuesta rendirnos, no es fácil decir "no funcionó", porque uno comienza a cuestionar si se entregó todo o no.

—Estaba solo en L.A., me sentía devastado, y me llegó un mensaje de él, lo vi como una señal y dejé que mi instinto me guiara.
—¿Estás escuchando todo lo que estás diciendo?


Creo que antes de decidir volver con alguien o tan siquiera enviarle un mensaje de "hola, ¿qué tal?", hay que hacer un análisis del panorama, lo sé suena tan racional, y cuando uno está en esas no piensa muy bien que digamos, pero es necesario hacerlo, tomar en cuenta todo lo que está sucediendo en ese preciso momento, en nuestra vida social, sexual y laboral, y no volver por las razones equivocadas.

—Tú volviste con V1 muchas veces, déjame equivocarme.
—Yo jamás dije que fuera un error el que volvieses a esa relación, tú lo estás diciendo — siendo uno de los golpes más bajos que B me había dado, indudablemente tenía razón, debía dejarlo equivocarse.

En mi opinión personal, después de volver con V1 más veces de las que son socialmente aceptable, considero que más vale decir "aquí corrió, que aquí murió", preferible quedarse con lo bueno que se vivió, a terminar de hacer añicos algo que sólo se fracturó un tantico.

A no pudo guardarse lo que pensaba y un tanto exasperado dijo:
—¿Por qué no te ves en nosotros? Gaby y yo lo hemos intentado con nuestros respectivos Voldemort's y nunca ha funcionado, ninguna de las veces.
—Sí me equivoco dejaré que se regocijen y me hagan comer mis palabras.
—Yo no soy de esas. Si funciona que bien y sino, pues ni modo, no tocaba —como siempre he dicho, "no puedo juzgar a alguien cuando he vivido una vida llena de malas decisiones amorosas".
—Ay, yo si voy a decir "te lo dije". 

Mi santo padre siempre dijo que la gente inteligente escarmentaba en cabeza ajena, pero no todos podemos ser inteligentes, existimos personas que nos gusta aprender de nuestros errores. 

Nos vemos en el próximo post.

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