Todos los días son nuestros, el antes, durante y después de este libro, han sido partes significativas en mi vida (sí, soy una cursi).
No recuerdo exactamente como me enteré del libro, pero casi puedo jurar que fue gracias a Celeste, mi blogger friend, por ahí del año pasado, y su portada coqueta lo hicieron entrar a mi lista de libros por comprar (sí, a veces juzgo un libro por su portada).
Durante mi viaje a Guadalajara, en la FIL, Catalina Aguilar presentó su libro a puerta cerrada, y aunque muchos estaban ahí con la esperanza de ver a Doña Ángeles Mastreta, con temor a spoilearme el libro y la vida en general, me dispuse a escuchar a la joven escritora, dejándola ganarse mi corazón con su forma tan chispa de hablar.
¿Ahí compraste el libro? No
¿Por qué? Prefiero no hablar de ello.
¿Por qué? Prefiero no hablar de ello.
El 6 de abril, como por ahí de las 12:00 pm, CECUT anunció que Catalina Aguilar estaría presentando su libro el 18 de abril, así que después de mucho postergar la compra de su libro, saliendo del trabajo (porque Godín) corrí a comprarlo, comencé a leer y no me detuve hasta terminar.
Durante la lectura, descubrí que Talk and Typo (BB), coworker y ahora amiga, acababa de terminar de leer "Todos los días son nuestros", así que sin quererlo, terminamos teniendo una especie de club de lectura, donde pude compartir mi pasión por las historias de amor, corazones rotos y pérdida del hilo, haciendo que mi amistad con BB creciera, convirtiéndola en una de mis chicas del cable.
Asistí junto con BB y Esquina Azul, a la presentación del libro, como todas unas fanseses, escuchamos atentas su forma tan fresca de ser, y al final, por supuesto, hicimos fila para tomarnos una foto con ella y recibir su autógrafo. Mi primer autógrafo, de mi persona favorita, en mi libro favorito.
Para finalizar este pequeño viaje en el tiempo, sólo quiero aclarar que no soy una Yolanda Saldivar.
Ahora sí, hablemos de la novela.
La historia comienza como todas las historias terminan, con el fin de una relación, lanzando las preguntas:
¿En qué momento esto terminó? ¿Por qué si eramos tan felices? ¿Y ahora qué? ¿Quién soy sin ti?
Todas esas preguntas existenciales que vienen en libros del tipo ¿Quién se robó mi queso?, todas esas preguntas que llegan cuando la herida está más al rojo vivo.
Catalina Aguilar nos narra la historia de María y Emiliano, bueno de María, bueno de María sin Emiliano, retratando la vida real, hablando de forma coloquial y un tanto burda, haciendo fácil el poder sentirte identificada al poder decir:
"Sí, me ha pasado"
"Sí, sí soy".
Después de lo que parece una vida entera, la protagonista decide aventar sobre la cabeza de Emiliano, el dueño de sus quincenas, un "todo lo que no te he dicho", disfrazado de una esponja con jabón, agua y trozos de huevo, ocasionando una gran pelea que concluye con la relación, una relación que aunque sabes que ya no jala la mantienes a flote, porque el tiempo, porque la confianza, porque todo está bien, porque no hay problema aparente, porque no existe un tú y un yo, sino un nosotros.
En mi caso, me hizo remontarme a ese preciso momento en que después de lo que considero media vida y promesas llenas de mucha verdad, decidí decir adiós a V1, y a diferencia de lo que creí, él también se despidió, porque así sucede, así sucedido y, lamentablemente, así seguirá sucediendo, las relaciones se atrofian antes de que los involucrados se den cuenta.
De la presentación en Guadalajara, recuerdo a la escritora decir que este libro había sido escrito en partes, que creía que la conclusión de éste había sido gracias a su llegada a los 30's y a las vivencias que habían ocurrido, algo con lo que coincido hasta cierto porcentaje, algo que podemos notar durante el transcurso de la novela, ya que va del punto A al punto 3, de la Z a Pi, lo cual hace parecer que la escritora divaga, por lo menos del capítulo 10 en adelanto, pero haciendo un brevísimo análisis, me doy cuenta que el libro es narrado como la vida, lenta, con verdades, con dolores, con sentimientos encontrados, con alegrías, con un par de amigas locas a más no poder, con la pérdida de un ser querido, con la pérdida del camino, con un trabajo de mierda, con un John Doe que no'más sirve para tergiversarte la vida, con la realidad de que a tu ex le va mejor sin ti que contigo, con la aceptación de que se está mejor solo que mal acompañado, con el jalón de patas de la vida y las risas que llegan al caerse.
Este libro ha pasado a ser de mis favoritos, de los que cito, de los que recomiendo, de los que presto, de los que pido opinión personal; por lo tanto, te lo recomiendo, te lo presto, te pido tu opinión.
Nos vemos en el próximo post ♥
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