Casarse sin papeles

Hace unos días Q le lanzó a V la bomba "deberíamos vivir juntos", yo sólo pude pensar, ¿por qué mi amiga quiere complicarse la vida de esa manera? Entonces caí en cuenta que llevaba viviendo 5 meses con JD, por lo tanto mi cuestionamiento podría resultar un poco incongruente, así que sólo dije:

Si estás segura que en realidad quieres todo lo que implica el tomar esa decisión, vas.

Que no se me mal entienda, no es como que me arrepienta de vivir con JD, mucho menos que esté pensando en salir corriendo, sólo que yo siempre creí que el vivir con roomies me prepararía para el momento en que decidiera vivir en pareja, como que tendría una ventaja en el tema y a su vez me haría todo mucho más fácil, pero no, éste es un campo totalmente desconocido.

Para empezar, JD y yo nunca planeamos el vivir juntos, a diferencia de la mayoría de las personas que conozco, nosotros no hicimos mucha bulla al respecto, ya que más que una propuesta, fue algo circunstacial al decidir aventurarnos en un nuevo país, por lo tanto, no hubo un gran ahorro, una planeación, un open house, ya saben, todo lo lindo y mono que vemos en las películas o que alguna que otra parejita cuenta, más bien fue como un aventarse al ruedo y esperar que todo saliera no tan mal.

—Nosotros nunca peleamos, siempre coincidimos en todo, llevamos un año viviendo juntos y ha sido perfección absoluta— me dijo una vez una persona, y sentí un poco de envidia, nunca había tenido una relación sin ningún desacuerdo.

Todo el mundo dice que hasta que decides vivir con alguien, es cuando comienzas a conocerle realmente, en las buenas y las malas, lo cual es totalmente cierto, pero lo que nadie te dice, es que a su vez los problemas comienzan a aparecer, a veces por cosas sinsentido, ¿por qué?

Fácil y sencillo. Si nunca pudiste concordar al 100% con la gente que está diseñada genéticamente para amarte, o sea, tu familia, es irracional el pensar que todo será perfecto cuando decidas vivir con alguien que no proviene de la misma raíz, o sea, una persona con una crianza, costumbres y manías diferentes a las tuyas.

—JD, si alguno de tus amigos te dijera que va a vivir con su novia, ¿qué le dirías?—pregunté al hombre que me enseñó a hacer mi propia fogata.

—Que no lo haga.—dijo entre risas.

—Yo pensé lo mismo.

Pero tranquilos, que no se apague la idea de vivir en pareja, simplemente abramos nuestra mente y corazón a que tomar ese paso, más que una etapa de cursilerías, es una etapa que implica compartir el baño y gastos del hogar con la persona que dilata tus pupilas, y que esa sí que es la verdadera prueba de amor.

Debo confesar que estos 5 meses no me han vuelto una gurú del amor, pero sí me han hecho cambiar mi perspectiva acerca de mi idea del amor. Yo siempre creí que viviría con alguien que se encargara de mí, una vida donde no tuviese que preocuparme por nada, que llegaría y diría "yo me encargo" (así como Big a Carrie), he ahí mi primer error, idealizar, esperar que todo sea como en las películas o como alguien me llegó a contar, así que me tocó entender que no todos los días uno tiene que estar de buenas, y que toca adaptarse, aprender a convivir y entender que uno ya no puede llamarse "uno", porque cualquier cosa que se haga, por lo menos en el hogar, influiría directamente en el otro; pero, sin olvidar que uno debe mantener su individualidad, tener tu propio tiempo, espacio y dinero, describiéndolo con una palabra, uno debe aprender a ser equipo, a fortalecer las debilidades del otro y vicerversa.

Honestamente, aún no me acostumbro a vivir con alguien que no está dispuesto a sacar la basura, sin embargo, no puedo imaginar una vida durmiendo y despertando lejos de él.

Nos vemos en el próximo post.♥