10 febrero 2019

El feminicidio está sobre la mesa y te lo vas a comer


Salía de mi círculo de lectura, ese sábado había tocado leer a Inés Arredondo, cuentista sinaloense, conocida por su obra "Mariana" publicada en 1967, que en resumidas cuentas narra la historia del asesinato de una mujer, y sólo pude caer en cuenta que el tema "feminicidio" (porque a las cosas por su nombre) ha estado sobre la mesa desde hace tanto y aún seguía siendo subestimado.

Al día siguiente, mis abuelos nos visitaban, y mi abuelo cantaba:

"¿De quién es esa pistola? ¿De quién es ese reloj? ¿De qué quién es ese caballo que en el corral relinchó?"

Y recordé que esa canción la cantaba cuando era pequeña, ¿que de qué habla? Otro feminicidio.

Pero, para estar en el mismo canal, ¿qué es un feminicidio?

Se le conoce feminicidio a la muerte violenta de las mujeres por razones de género.
En nuestro Código Penal Federal el feminicidio se encuentra tipificado en el artículo 325, el cual establece lo siguiente:

"Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género. Se considera que existen razones de género cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
  • La victima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
  • A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia;
  • Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima;
  • Haya existido entre el activo y la victima una relación sentimental, afectiva o de confianza;
  • Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;
  • La victima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida;
  • El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público."

Si ya sabemos todo esto, ¿por qué existen personas que siguen diciendo que exageramos? ¿Qué tenemos que hacer para ser respetadas, para ser vistas como seres humanos, para que dejen de llamarnos dramáticas?

—Ma, ¿qué opina sobre los feminicidios?
—¿Qué opino de qué? 

Mi madre es muy directa, y las preguntas le gustan concisas o mejor ni hacerlas, así que tras una breve explicación sobre lo que era un feminicidio dijo:
—Tenemos que aprender a defendernos, a tener autocontrol sobre nosotras, nada de asustarnos, tenemos que apoyarnos entre mujeres, ¡nos chingan madre! 


Nadie te dice, hombre blanco privilegiado, que no estén matando a hombres, claro, igual y "mueren más hombres que mujeres", como muchos dicen al exaltarse tras tocar la palabra feminicidio, porque así es, al parecer cualquier palabra que comience con " FEMI" les molesta, les asuste, pero ¿por qué?

—Porque nos ven como seres inferiores, porque les encanta cosificarnos, porque México es un país machista, porque todo está podrido. —dijo Q.

El arrebatarle la vida a alguien, en sí, es deplorable, lo acepto, pero no nos hagamos fuera de la razón, que ya me he cansado de intentar educarte, de convencerte de que todo esto es real, de que el machismo, la cosificación, la misoginia es real, ya estoy harta porque me han acosado y violentado de tantas formas que no te puedes imaginar, porque te he contado y me has echado la culpa.

¿Por qué sabes cómo comienza un feminicidio? Creyéndose dueños de nuestra vida, de nuestro cuerpo, por celos, por poder, porque no aceptan un no por respuesta.

Mariana estaba consagrada... para mí. Pero me engañé: sus ojos seguían
abiertos mirando el altar. Solamente yo vi esa mirada fija absorber un misterio que nadie podría poner enpalabras. Todavía cuando se volvió hacia mí los tenía llenos de vacío.

Miedo o respeto debía sentir, pero no, un extraño furor, una necesidad inacabable de posesión me
enceguecieron, y ahí comenzó lo que ellos llaman mi locura.


Fue ella la que me mostró sus ojos en un acto inocente, impúdico. Otra vez sin mirada, sin fondo, incapaces 
de ser espejos, totalmente vacíos de mí. Luego los volvió hacia los médanos y se quedó inmóvil.

—Mariana, Inés Arrendondo.

Porque al parecer puedo ser la siguiente, según la PGJ cumplo con el estereotipo de blanco fácil, pero mientras siga en este país machista, no voy a dar las cosas por sentado, ¿por qué sabes que hicieron las sufragistas para conseguir que las mujeres pudieran votar?

Actuaron, fueron las más rebeldes de las rebeldes, se encadenaron a congresos, pusieron bombas en casa de sus oponentes, se sacrificaron hasta obtener el voto. Así que si tengo que ir a marchas, y si tengo que defenderme, lo voy a hacer, porque ya me cansé, y no voy a dejar que me mates, el feminicidio está sobre la mesa, vamos a hacer que te hagas responsable, vamos a ser que te lo comas.



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