15 mayo 2019

A todo estrés lo llamaré ser adulto

Era el auge de Avengers End game y JD me dio el cargo de "encargada de comprar boletos para ver la película"; si bien estaba consciente de que no encontraría para el estreno, sí me encargó obtener los que nos mantuvieran con menor cantidad de spoilers, porque tetos pertenecientes a la tetosfera.

Pues bien, conseguí boletos para el siguiente día del estreno a las 8PM, tras su "compra esos, bb", di aceptar y todo perfecto hasta que recordamos que teníamos fiesta ese día en ese horario, ahí comenzó la calamidad en mi vida.

Tuve que buscar quién me comprara los  boletos  que ya tenía para poder comprar otros boletos para cualquier otra función. Cuando conseguí comprador e hizo la transferencia de dinero, ya no pude comprar nuevos boletos porque la página no daba para más, y cuando por fin pudo cargar la página mi tarjeta fue bloqueada por tanto intento. Tras unas horas uno de mis amigos compró los boletos por mí, los cuales estaban en español, y JD dio el grito en el cielo, porque Avengers en español, jamás.
Ahí, justo ahí, entre moco, lágrimas, estrés y desesperación, dije:

"Yo no trabajo bien bajo presión"

Y pensarán, que poco aguantas, pero justo en ese momento hice una introspección a todas las veces que dije "sí puedo" para demostrar que era un adulto que podía hacerse cargo de todo.

Bueno, bueno, no nos adelantemos, primero quiero indagar en la palabra estrés, esa que usamos para todo momento, menos para cuando de verdad se requiere.

Según mi RAE:
Estrés
Del ingl. stress.
1.m. Tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves.
Y aunque existen diferentes tipos de estrés, quiero enfocarme en el estrés rutinario, éste que va relacionado a la presión del trabajo, la familia y demás responsabilidades diarias, y específicamente, quiero profundizar en el estrés laboral.

Es muy común ver en la vacantes la frase "que trabaje bien bajo presión", lo cual te hace pensar que esta "tolerancia" será bien remunerada, porque si ya te estás metiendo con la salud física y mental de una persona, lo mínimo que se espera es que te recompensen de alguna forma, y con remunerada me refiero a salario que sobrepase el estándar, porque de prestaciones de ley ni hablar.

Esto hablando de la búsqueda de un empleo fijo, ahora, hablando de ya estar dentro de una empresa, es muy común el escuchar "ponte la camiseta" cuando quieren que te quedes después de tu horario laboral sin pago por horas extras, por poner un ejemplo.

Y claro, mucha gente dice "va, jalo", con la idea de que no será para siempre, que es una prueba mientras se llega a donde sea que se quiere llegar, pero ¿cuáles son los estragos de esto?

Fácil, sencillo y evidente, estrés, que en ejemplos más claros sería: pérdida de cabello, ojo que guiña, falta de apetito, apetito en exceso, migraña, ira descontrolada, querer escapar de la ciudad cada fin de semana, (agregue la forma en que su estrés se manifiesta).

Las empresas dirán:
"Entiéndenos, la gente demanda demasiado, y esto ocasiona que nosotros exijamos a nuestros empleados para satisfacer la necesidades de los consumidores, por eso pedimos trabajar bien bajo presión"

A lo que yo puedo contestar:
Los entiendo totalmente, nadie quiere un cliente insatisfecho, mucho menos que se vaya con otra compañía, pero tener clientes mal educados (no en el aspecto malos tratos, sino en que se le cumplan caprichos A.K.A "fechas de entrega imposibles" A.KA. "calificaciones injustas") tampoco es una opción, mucho menos cuando esto puede afectar a tus empleados, que en un futuro terminaran afectándote a ti con su falta de efectividad.

—Aquí todos son reemplazables. —dijo una vez un jefe que tuve en uno de sus arranques de inmadurez y locura en lo que se supone sería "una junta motivacional" —Afuera hay muchos queriendo sus puestos.

¿Acaso estar estresado es símbolo de ser adulto? ¿Tres días de desconexión de nuestra realidad? ¿Odiar el trabajo, el lugar donde vivimos, pasarnos la vida en el tráfico? ¿Gastarnos todo el salario en deudas que generamos para tener el estilo de vida que queremos y no podemos costear? ¿Mal comer?  ¿Automedicarnos? ¿Eso es ser adulto? ¿Mala vida, malos tratos, malas caras? ¿Levantarme temprano para dejar la vida en algo que no amo? ¿Cuál es el sentido de eso?

Me rehúso a creer eso, a vivir una vida donde no queda más que decir, así es todo, "bienvenido".
No digo que no existan días de estrés, de ahogarse en vasos de agua, pero vivir en un constante estrés para demostrar que eres un adulto, no lo sé, no es lo mío, no me veo.

Estoy a aproximadamente un mes de cumplir un año sin un trabajo estable económicamente, la mitad de ese tiempo lo pasé en Canadá, y conocí otra forma de vivir la vida laboral, una donde te agradecen por hacer lo que ya te están pagando, una donde señores de la tercera edad no lucen cansados y quieren seguir trabajando, una donde al terminar la jornada laboral el jefe dice:

"Go home and enjoy the rest of the day"

Tras volver a México, venía con la idea muy firme de entrar algún trabajo Godín y volver a la rutina de siempre, pero tras muchos intentos no lo logré, y tras mucha insistencia, decidí apostar por mí, por hacer lo que amaba y gestionar mis proyectos.

Si te lo preguntas, no, no ha sido fácil, he querido desertar, no todos te apoyan, dejas de hacer muchas cosas que el trabajar para alguien te permitía. No, no es para todos o no a todos se les da al mismo tiempo, cada quien tiene su momento o estilo de vida. Sólo déjame decirte que aquel trabajo que le encanta humillarte y decirte que eres fácil de reemplazar, que va contra tu integridad y/o paz mental, no merece la pena.

Hay un estilo de vida laboral digno, que nadie te diga lo contrario, no te conformes, no caigas, nada que tenga la palabra aholic incluido es bueno, así que no te creas eso de ser workaholic.
Si algo haremos por el resto de nuestras vidas será trabajar, más vale hacerlo en un lugar que te guste, con un ambiente laboral digno, haciendo lo que amas hacer.

Nos vemos en el próximo post.

No hay comentarios.

© VENTANA VARIABLE
Maira Gall