Se ha vuelto una tradición en mi vida visitar la Feria del Libro de Tijuana, no importa el día o el clima, el caminar entre libros, encontrar hermosos tesoros y hojear antigüedades, es algo que me fascina, me hace sentir que me empapo un poquito de otros mundos.
Este domingo, en compañía de mis ex compañeros de preparatoria, visité la Feria del Libro, pero entre que estaba en modo zombie y que este año hubo más variedad de stands (no sólo libros), no tomé muchas fotografías (lo sé, es una ironía), pero les cuento un poquito de lo que pueden encontrar.